"Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes. Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria. Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla"
"La historia pertenece a los intercesores"

lunes, 6 de febrero de 2012

EL PODER DEL DECRETO (III PARTE) Apóstol Rony Chaves

La liberación de las naciones de América y el mundo ya fue comprada por Jesucristo a través del derramamiento de Su sangre bendita en la Cruz. El ya pagó el precio por nuestra redención, somos suyos ahora y herederos de Dios del mundo y de sus riquezas. El diablo, sus principados y potestades ya fueron derrotados y no tienen ningún dominio sobre mi país ni  sobre el tuyo. Dios nos dio un nuevo decreto de vida, el decreto de muerte  fue anulado por Jesús. Lo que está escrito es la Biblia es Ley, es estatuto u orden real, es una “proclamación oficial”.

I. ¿Qué es una proclama?

A. Es un pregón, alocución, amonestación o notificación oficial.
B. Una proclama implica nombrar, aclamar, elegir, publicar o deponer algo o a alguien.
C. A través de una proclama se puede deponer a alguien; esto es, despedir, testificar o declarar en contra de y destituir.

A través de una proclama notificamos oficialmente a las huestes del infierno su derrota legal territorial y activamos el poder angélico en contra de dichas fuerzas para se aprisionadas y expulsadas de una región. Una proclama es el anuncio verbal de un decreto, el cual lo convierte en un “edicto real”; esto es, una ley o norma oficial.

II. ¿Qué es una notificación?

Una notificación es una proclama real. Es un anuncio, participación, aviso o comunicado oficial. La notificación es una vía legal para informar las decisiones del Juez y da por comunicado o participado al que la recibe del juicio decretado. La entrega de la notificación o proclama real activa el poder del reino para que la ley o juicio decretado se cumpla. La Iglesia hoy debe establecer decretos de Dios sobre territorios para que unidos a su proclamación vocal los conviertan en edictos o juicios decretados que notifican su derrota a los espíritus territoriales. La notificación es en sí todo un acto profético que activa  el poder angélico del Reino de Dios contra las huestes del mal, propiciando a través de la ley de la legalidad su expulsión de los territorios. Mateo 16. La Iglesia de Jesucristo debe ser hoy la “Notificadora del Poder Judicial” del Reino de Dios.

El papel de los profetas en la Guerra Espiritual Territorial y Estratégica

El profeta es un ministerio importantísimo en la Guerra Espiritual Territorial del Tercer Milenio.
Este es un ministerio –Radar, que detecta los movimientos de nuestros enemigos espirituales a través del don “discernimiento de espíritus” y  por la “revelación y guía del Espíritu”. Es el “atalaya” de Dios que ocupa la torre de la fortaleza (La Iglesia) para observar el movimiento adversario y dar la voz de alerta. El profeta es el “nabi” de Jehová, el “vidente” de Dios. Es quien recibe la revelación de la palabra para la batalla y quien nos entrega las estrategias espirituales para ganar la guerra. Es el director de “inteligencia” Militar de Jehová”, el estratega del Ejército de Dios. El nos trae la Visión.

Actos proféticos: Poder “Dynamis” Desatado

El profeta nos desata la Palabra Divina Revelada a través de su  voz. Es un proclamador, pero también un “guerrero prudente”. La unción del guerrero está sobre él y con sus actos proféticos también habla al enemigo de parte de Dios y desata el poder energético de la Palabra Revelada (Rhema). Esta Palabra Profética Estratégica del Todopoderoso expresada mediante movimientos, símbolos y actos proféticos llevan el mismo poder divino que la profecía hablada. El dynamis divino, es decir, el Poder del Reino de Dios, actúa para que los que es declarado por el profeta en sus actos, se cumpla cabalmente.

El papel de los Apóstoles en la Guerra Espiritual Territorial y Estratégica

El profeta nos trae la Palabra, la Revelación de Dios. El trae la visión y estrategia de guerra, pero el general a cargo es el ministro apostólico. El apóstol es el represente directo del gobierno de Dios. Está ungido para ejercer autoridad y decretar o establecer lo que se debe hacer en la batalla. El brinda su cobertura como líder, gobernante y padre espiritual, pero además, él toma la revelación traída por el profeta y decreta con la Palabra misma lo que sucederá. El profeta trae la Visión y Palabra, el apóstol la establece por decreto y la afirma o declara firme. El es el ministerio que declara la “Guerra”.

El Decreto Apostólico

El Antiguo Testamento nos da una lección práctica, los profetas nunca declararon la guerra, sólo trajeron la estrategia de batalla por la Palabra del Señor. Más los reyes si declararon la guerra al enemigo. Los gobernantes  (jueces o reyes) si determinaron la guerra. Su Decreto Real estableció que Israel iría a la pelea,
Hoy, apóstoles son los que ocupan el lugar supremo de los gobernantes en la Iglesia.  Su decreto es Ley  y también contra el enemigo. Ellos decretan la derrota del diablo.

Guerra Apostólica y Profética

La Guerra Espiritual del Tercer Milenio es hoy, una Batalla Territorial Apostólica y Profética, debe envolver estos dos ministerios. Sin ellos no hay coberturas correctas, esto implicará que habrá muchas bajas de nuestro lado. Sin estos dos ministerios, no habrán estrategias militares correctas ni visión clara para la guerra; no tendremos sin ellos el respeto total de nuestros enemigos espirituales. A la hora de atacar nos faltará contundencia, respaldo divino y cobertura angélica. Por cuanto peleamos espiritualmente contra “dioses territoriales”, necesitamos que nuestra guerra sea hecha en el más alto nivel.

EL PODER DEL DECRETO ( II PARTE) Apóstol Rony Chaves


 La Guerra Espiritual Estratégica es “Profética y Apostólica”; es una Guerra Legal de “Decretos y Edictos” de Autoridad. La Iglesia que conoce la posición de autoridad otorgada a ella por Jesucristo, usará esa vía dada por el Espíritu Santo para anular los decretos de muerte de satanás y para establecer un nuevo destino sobre naciones y territorios. Debemos conocer el poder del “decreto” del Rey. 

1. ¿Qué es un decreto?
A. Es una orden, regla o edicto de ley.
B. Es una ordenanza, mandato o precepto legal.
C. Es una disposición, estatuto o reglamento de  autoridad
D. Es una ley, regla o norma rectora.

El decreto tiene poder para establecer autoridad, reglas, normas, mandamientos, disposiciones o reglamentos a obedecer por un pueblo. En el caso de las naciones antiguas, un decreto real no podía ser anulado o abrogado. (Ester 8:8). Debía ser creado un nuevo decreto, (Ester 8:9-17)

2. ¿Qué es un decreto?
Es una declaración oficial con instrucciones y órdenes emitidas por un rey o gobernante máximo, usualmente en forma escrita. Se diferencia del edicto en que el decreto se colocaba donde podría ser leído por todos. 

En el Antiguo Testamento la palabra hebrea para decreto se traduce como “ley“, “estatuto” u “ordenanza”.
Los traductores del Antiguo Testamento nos traducen al español  vocablos como edicto, estatuto, ley, mandamiento o sentencia de varios términos hebreos y arameos, los cuales significan “orden real” o “proclamación oficial”.
 
El Antiguo Testamento describe a Dios como el Gran Rey y Juez de la Tierra que. promulga sus decretos sobre ésta: Salmo:2:7 . Tanto la creación,  la lluvia, (Job 28:26); los cielos (Salmos 148:6); el mar (Proverbios 8:29, Jeremías 5:22), y la historia humana (Sofonías 2:2) son dominados por estos estatutos y leyes de Dios. 

En América y el mundo debemos aprender a batallar por nuestros territorios con los decretos apostólicos y las proclamas proféticas. Preparémonos para este fin de semana para anunciar el “edicto del cielo” sobre nuestras naciones. Amén. 

Juntos proclamemos: Por cuanto escrito está:
“De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo y los que en él habitan…”
Salmo 24.1

Declaremos que legalmente América es redimida por y para Cristo. Este continente es de El y todos los que la habitan le pertenecen a Jesús. Las riquezas, la bendición y la prosperidad por tanto, son nuestras y en este 2007 empezaremos a disfrutarlas a plenitud. Amén.

El Señor nos ha indicado su contentamiento por la adoración que se le ha estado brindando durante todos estos meses del año. El nos da testimonio de que tendremos grandes victorias en nuestras naciones y una gran cosecha en todo el continente. Tengo en mi espíritu la seguridad de que debemos continuar en el ungimiento de nuestras regiones hasta que los países más grandes y las regiones más remotas sean rodeadas con la oración, los actos proféticos y consagrados con la unción del aceite sobre la tierra. Animo a todos los intercesores proféticos y apostólicos a seguir adelante hasta concluir  la tarea. Estoy seguro que también vamos a seguir y debemos seguir adorando al Señor en las casas, en los templos y en reuniones unidas en diferentes lugares pero también debemos tomar tiempo para que estando en la Presencia del Señor podamos hacer los decretos que deben ser proclamados para la liberación, la salvación y la prosperidad de nuestras naciones y de todo el Continente Americano. Asimismo, debemos continuar con la tarea de proclamar la libertad de cada Continente del planeta y de decretar el Señorío de Jesucristo sobre todas las naciones de la Tierra. Amén. 

IV. La liberación de las naciones de América y el mundo ya fue comprada por Jesucristo a través del derramamiento de Su sangre bendita en la Cruz. El ya pagó el precio por nuestra redención, somos suyos ahora y herederos de Dios del mundo y de sus riquezas. El diablo, sus principados y potestades ya fueron derrotados y no tienen ningún dominio sobre mi país ni  sobre el tuyo. Dios nos dio un nuevo decreto de vida, el decreto de muerte  fue anulado por Jesús. Lo que está escrito en la Biblia es Ley, es estatuto u orden real, es una “proclamación oficial”. 

I. ¿Qué es una proclama?
A. Es un pregón, alocución, amonestación o notificación oficial.
B. Una proclama implica nombrar, aclamar, elegir, publicar o deponer algo o a alguien.
C. A través de una proclama se puede deponer a alguien; esto es, despedir, testificar o declarar en contra de y destituir.
A través de una proclama notificamos oficialmente a las huestes del infierno su derrota legal territorial y activamos el poder angélico en contra de dichas fuerzas para ser aprisionadas y expulsadas de una región. Una proclama es el anuncio verbal de un decreto, el cual lo convierte en un “edicto real”; esto es, una ley o norma oficial. 

II. ¿Qué es una notificación?

Una notificación es una proclama real. Es un anuncio, participación, aviso o comunicado oficial. La notificación es una vía legal para informar las decisiones del Juez y da por comunicado o participado al que la recibe del juicio decretado. La entrega de la notificación o proclama real activa el poder del reino para que la ley o juicio decretado se cumpla. La Iglesia hoy debe establecer decretos de Dios sobre territorios para que unidos a su proclamación vocal los conviertan en edictos o juicios decretados que notifican su derrota a los espíritus territoriales. La notificación es en sí todo un acto profético que activa  el poder angélico del Reino de Dios contra las huestes del mal, propiciando a través de la ley de la legalidad su expulsión de los territorios. (Mateo 16). La Iglesia de Jesucristo debe ser hoy la “Notificadora del Poder Judicial” del Reino de Dios.

La adoración en la Guerra Territorial. (Dra. Profeta Alexandra Quesada)


Deseo referirme a la relación existente entre la Adoración y la efectividad en la Batalla Espiritual por regiones y continentes. La razón por la que la Adoración juega un papel fundamental en la tarea de desplazar las fuerzas antagónicas, es que no hay una forma enseñada más claramente que ministrar a Dios para provocar Su Presencia.

EJEMPLOS BÍBLICOS

Moisés conociendo la oposición que enfrentaría al movilizar a Israel a través del desierto hacia la Tierra Prometida, requirió enfáticamente la Presencia Divina para garantizar el cumplimiento del objetivo. Éxodo 33

El equipo de batalla seleccionado por el mismo Dios para acompañar a Gedeón sumó 300, quienes para tomar entre sus manos las aguas y lamerlas como lo hace un perro, tuvieron que hincar una de sus rodillas (como lo aclara el original hebreo), lo cual es señal de reverencia, reconocimiento ante la presencia de una divinidad o bien ante un rey. Tal posición revela un principio de orden para el conflicto entre el bien y el mal y es que, antes de estar de pie en la batalla y mantenernos en firmeza hasta el final, debemos sostener una vida de cercana relación con el Señor de los Ejércitos, donde podamos doblegarnos y colocarnos en su mano para lograr acierto durante nuestros combates (Jueces  7:6).

Considero pertinente redefinir la experiencia de la Adoración en espíritu y verdad  para no caer en el riesgo de una interpretación equivocada. Esta célebre expresión del Señor en  Juan 4: 24 señala la experiencia mas sublime entre lo divino y lo humano, constituye un pasadizo a través del cual sólo logran acceder quienes lo profundizan, y cuando sucede entramos en un ámbito sobrenatural donde nada se puede predecir, excepto que seremos invadidos por Su Presencia.

Adoración es la única vía hacia el corazón de Dios, dado que no hay otra práctica que se lleve a cabo con el único fin de honrarlo directamente. La oración, la lectura de la Palabra, el ayuno, y el servicio a El en general, son disciplinas que producen desarrollo y beneficio deliberado en quienes echan mano de ellas.

Adoración es el recurso de depuración más elaborado del que dispone el Cielo, porque te coloca en el Quirófano Divino para que se manifieste tu cambio de corazón. Es también el conducto divino mediante el cual se transfiere la vida de Dios al buscador.

Con regularidad la expresión “en Su Presencia” tiene que ver con esa experiencia de contemplación y es en ella que El nos equipa con lo que requerimos, nos despoja de lo que nos bloquea el paso, despierta dones que permanecieron dormidos, instala dentro nuestro sus ansias divinas y moldea a cada uno para que calcemos en El como parte suya que somos. Frente al Señor la familiaridad entre las dos partes crece, los vínculos se estrechan, la identificación con El se produce y nuestro corazón comienza a latir a su ritmo.

Su Presencia nos doblega, nos anonada y nos coloca de Su lado por completo, nos libera de nosotros mismos, aumenta nuestra confianza, se afirma la convicción de ser suyos, de ser aceptos y de ser elegidos.

Cuando nos rendimos se nos abre el oído, se nos despierta la intuición y  la imaginación asimila la visión celestial. Adorando es alumbrado nuestro entendimiento, se ensancha el espíritu para contener más de El y obtenemos más revelación.

Ministrándole, extraviamos nuestro camino al hallar el suyo, entonces se debilita la voluntad humana y se fortalece la suprema, son multiplicadas nuestras posibilidades y se anulan la duda y toda limitante.

DAVID  Y LA ADORACIÓN A DIOS

La vida de adoración de David lo enseñó a elevarse, pronto su forma de ver y oír cambió de dirección, Dios tomó control de David, su razón se nubló y desde entonces aprendió a apoyarse sólo en El. Así fue como se atrevió a asumir desafíos desmedidos, por contar con un poder que no era humano subyugó principados, desarmó adversarios humanos, quebró la oposición y obtuvo la victoria vez tras vez.

JESÚS Y LA ADORACIÓN AL PADRE

Dios continúa buscando gente que sepa adorarle para hacer de cada uno de ellos “hijos como Jesús”, el Señor se reveló a la Samaritana (mujer la hora es) como el Altar del Incienso del Tabernáculo. Desde su vida ordinaria exaltando al Padre y por esa dinámica de entrega, permanecía deseoso de agradarle, obedecerle y negarse, y así fue como pudo revelarlo y darlo a conocer al hombre. Al operar como Altar Vivo y Ofrenda Grata, propició el Señor la Misericordia y la Gracia Divinas sobre la tierra. El Señor profetizó también diciendo: “La hora viene”, anunciando un día en el cual muchos altares y ofrendas vivientes adorarían al Padre produciendo un impacto del Favor Divino sobre la humanidad necesitada; esto tiene su cumplimiento parcial cuando en el Aposento Alto descendió  el Espíritu Santo y Su poder operó libertando a las gentes de la opresión diabólica, rompiendo las cadenas de enfermedad y transformando vidas que habían estado en oscuridad. Regiones enteras se abrieron al mensaje del Evangelio del Reino de Dios.

ADORACIÓN EN LA IGLESIA PRIMITIVA

David, Jesucristo El Señor y la Iglesia Primera ministraron al Padre desencadenando el poder que abrió los cielos sin que el reino de las tinieblas pudiera prevalecer. El papel que juega la “vida de adoración” es determinante en el conflicto espiritual por el dominio de la Tierra y de  sus sociedades. Donde quiera que la Presencia de Dios irrumpe, Satanás y sus huestes emprenden la retirada.


Enlazando Adoración y Guerra Territorial


Levítico 23:2 y 41 estableció tres convocatorias para Israel. Durante el año, el pueblo se juntaba para ministrar y acercarse al Señor. Esta adoración debió llenar los aires de gloria y desplazar las influencias infernales del territorio. Aparte de estas reuniones, de tiempo en tiempo, se llamaba al ejército y de toda ciudad y casa salían y comparecían los hombres de guerra, según lo imponía la amenaza enemiga.

En los tiempos de David era muy notoria la relación entre la poderosa adoración ordenada por él mismo para ser ofrecida ante el Arca del Pacto en la tienda y el hecho de que siempre derrotaba a sus enemigos. La adoración favorece al que la practica con revelación, David apelaba a la revelación para salir a la batalla y bajo condiciones de ministración ante la presencia de Dios no había fallo en el terreno de confrontación.

Josafat restauró los principios de David para la administración de gobierno. El  ambiente histórico que vivía era de muchas aflicciones y nada de paz en Israel, hasta que descubre que la nación desconoce la posición y las promesas que se acreditan a un pueblo que guarda pacto y ministra honra a su Dios. David emprende una campaña nacional en la cual los levitas son enviados a ayudar en la enseñanza del “libro de la ley”, la que según la tradición se realizaba mediante medios musicales (Salmo 119:54, Nehemías 8:8, 2 Crónicas 17:9, etc.) El resultado de tal preparación fue el temor de los reinos de su entorno y su decisión de no hacer guerra contra Judá. Las fuerzas de oscuridad se desestabilizaban cuando el Pueblo del Señor vivía en Pacto con El y en una relación de adoración. Judá aprendió a hacer uso de la espada de doble filo y la ministración al Señor, para atar el poder de los reyes (Salmo 149:9); de este mismo modo nosotros hemos heredado el dominio espiritual sobre lugares físicos de parte del Señor. No pasemos por alto la popular hazaña del Señor en días de este rey ante la invasión de una coalición enemiga, sobre todo, por el hecho de que luego de gemir y humillarse ante el Señor, El  hizo uso de Jahaziel músico de los hijos de Asaf para fluir proféticamente revelando la estrategia que daría  fin a la amenaza nacional y de cómo fue seleccionado por los adoradores el canto de Hemán y Jedutum como parte del poder con que quebraría el Señor el arco del enemigo.

Existía un libro llamado el libro de Justo o Jaser (2 Samuel 1:18), dedicado al entrenamiento militar y  su contenido consistía en cantos de guerra para el tiempo de batalla (Josué 10:13) “Sol detente”… era un canto de guerra.

Hallaremos en la escritura numerosos ejemplos que apoyan el poder desatado desde la adoración contra la presión del enemigo y éste es el tiempo para que llenemos los ambientes de Adoración  para que ésta se escuche como grito de guerra que ponga al infierno en fuga ¡Amén!.