"Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes. Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria. Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla"
"La historia pertenece a los intercesores"

viernes, 4 de febrero de 2011



La gente se preocupa por dar un regalo a su mejor amigo, pero sin duda alguna quiero decirte que JESÚS es el amigo ideal, el amigo que todo mundo quisiera tener y que sin embargo sigue siendo despreciado por mucha gente que no ha querido contar con su incomparable amistad.

Para quienes lo conocemos, JESÚS es el amigo que nos habla de manera suave, que nunca nos rechaza, que nos espera siempre con los brazos abiertos, no importa que le hallamos. Quienes hemos obtenido de El la salvación, valoramos su sacrificio y buscamos parecernos cada vez más a El, aunque una y otra vez fallamos. Sin embargo, es tan amoroso, que pese a nuestras fallas, extiende su mano para darnos una nueva oportunidad.
 
Hoy día es muy difícil interactuar con las personas, el Internet y los cibernautas hacen amistades, se comunican con las personas muchas veces sin conocerlas, cada día la convivencia se hace imposible para muchas personas, las personas que están a nuestro alrededor son extraños de los cuales muchas veces debemos cuidarnos, nos volvemos desconfiados.
 
¿Hacia dónde ha ido la amistad?
 
El cristiano es diferente del mundo que le rodea, es una nueva criatura que goza los beneficios de Dios, ya que es nueva criatura que ha renunciado a los placeres del mundo y a lo que no le agrada a Dios.
En el libro de Santiago, capítulo 4 versículo 4, dice: “4¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.
 
Esto, sin embargo, no quiere decir que no podamos interactuar con la gente del mundo, convivir e incluso tener una buena relación con no creyentes, esa es una oportunidad que te está dando Dios para que les compartas el Evangelio.
 
Piensa un momento, cuantas veces has ido a la casa de Dios, y al salir te das cuenta que estuvistes sentado al lado de una persona que no conoces, alguien desconocido a quien llamamos hermano, pero ni siquiera le preguntastes el nombre, o te has dado por no interesado.
 
Sin duda, sostener amistad con gente que comparta nuestra fé, fortalece nuestra comunión con Dios, “1¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!”
 
Este sería el deseo para cualquier iglesia o congregación, lograr la unidad y el amor fraterno entre los congregantes, pero no es el común denominador.
Hay que distinguir la amistad del mundo, de la amistad de la gente del mundo. La amistad del mundo se refiere a todo aquello que la sociedad en su conjunto nos ofrece: Diversión, distracción, superficialidad, desinterés por las cosas de Dios, vicios y otras cosas que pueden ser negativas. Hay que definir ahora, que la gente del mundo no siempre está inmersa en el pecado, conozco gente que no cree en Cristo, que lleva una vida intachable, que no es irresponsable, que es ordenada y que respeta a los demás y cumple con todos los ordenamientos para una sana convivencia. Claro, les falta Cristo y eso no es poco, ahí es donde podemos influir para lograr que conozcan lo que el Señor les tiene reservado. 

¿QUIEN ES EL AMIGO?

El amigo está dispuesto a escucharnos, a exponer su punto de vista ante nuestros planteamientos e incluso a criticar nuestra forma de proceder. 


Para esto último, el amigo actúa con tacto, con respeto. Puede decirnos si considera que cometemos un error, pero no nos forzará o nos obligará a desistir de nuestra autonomía. El amigo está dispuesto a consolarnos y acompañarnos en momentos de angustia, de tensión y dolor. Busca la forma de evitar nuestro sufrimiento, es honesto y es sincero.

Un amigo sabe que cuenta con el privilegio de nuestra confianza, por eso, se cuida de no divulgar los pasajes oscuros que conoce de nuestra vida, se los reserva y respeta nuestra intimidad.
Es respetuoso de nuestro tiempo, se cuida de no interrumpir nuestras actividades y esperar a que llegue el momento para bromear, para platicar y por qué no, para desahogarse con nosotros, de aquello que lo aqueja y lo hace sentir la necesidad de nuestro apoyo y comprensión.


Conserva y cuida a tus amigos, no los descuides, es cierto que a veces las ocupaciones de la vida cotidiana nos alejan de aquellos seres a quienes estimamos, pero no es pretexto para dejarlos a la deriva, demostrémosles nuestro interés. Hay quienes creen que para que alguien sea nuestro amigo debe provenir de nuestro mismo entorno, pero la verdad es que no es así, hay amistades cuyo entorno geográfico, económico y social no tiene nada que ver y sin embargo tienen un fuerte lazo de afecto. 

Si tienes amigos cercanos y tienes la oportunidad de frecuentarlos, disfrútalos y alienta esa amistad, Ora por ellos y procura tenerles reservada siempre una palabra de afecto, de aliento y cordialidad. 

Te dejo también este texto bíblico de Juan 15:14: “14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”. No olvides sin embargo, buscar la amistad de Jesús. Tenlo en tu mente, no te arrepentirás.

El verdadero amigo que nunca te falla es JESÚS, el nunca saca tus errores, tus fallas, te perdona, te llena de amor, siempre está contigo en todo momento, no tienes que esperar citas para hablar con Él, y sobre todo nunca te abandona. Cultiva esa amistad diariamente con Él por medio de la Oración, acude diariamente a cada cita, y te aseguro que saldras renovado y transformado.

Cómo enfrentar nuestros temores


Cada uno de nosotros hemos sentido temor alguna vez en la vida. En mi caso hubo un momento en el cual me di cuenta que estaba luchando con el temor y me propuse descubrir su origen.

Yo sabía que si no lo hacía mi ministerio sufriría grandemente debido a ello. Al orar y pedir a Dios que me revelara la causa de mi temor, volví a vivir los recuerdos de mi niñez.

Los primeros años de mi vida fueron turbulentos. Mi padre murió cuando yo tenía dos años y mi madre se vio obligada a tener dos trabajos para que ambos tuviéramos techo y comida. El primer recuerdo que tengo de mi niñez es del temor que me invadía al dudar de que pudiéramos lograr tener lo necesario para subsistir. Crecí teniendo que prepararme tanto el desayuno como el almuerzo para ir a la escuela.

La meta de mi madre no fue infundirme temor; acaso ella me enseñó más sobre la fe que cualquier otra persona. Lo que provocó la inestabilidad y el temor fue consecuencia natural de las circunstancias en las que nos encontrábamos. Por las noches mi madre y yo orábamos juntos. Ella me enseñó que aunque los tiempos eran difíciles, Dios estaba con nosotros listo para suplir todo lo que necesitábamos. Ella confiaba en el Señor y nunca nos quedamos sin comer. Quizá hubo tiempos de escasez cuando nuestro refrigerador estuvo casi vacío, pero siempre tuvimos todo lo necesario.

Ninguno de nosotros puede darse el lujo de permitirle la entrada al enemigo en nuestras vidas. Todo lo que Satanás necesita para hostigarnos es una oportunidad. La oración y la Palabra de Dios son las armas más efectivas que tenemos contra el temor. Cuando reconocemos ante el Señor que somos presa del temor y le imploramos su protección y dirección, asumimos una postura de fe.

El temor es, en sí, una decisión. Me sorprende ver cuántas personas me dicen que tienen temor de haber cometido el pecado imperdonable. Pese a que la sangre de Jesucristo los limpia de todo pecado, siguen rodeados de una incredulidad persistente.

Por lo general se reduce a que se sienten culpables de algún pecado, ya sea pasado o presente. Es entonces cuando les recuerdo 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Dios nos perdona cuando nos acercamos a Él en oración humilde buscando su perdón.

Si una persona insiste en seguir creyendo en un concepto falso del temor, lo más probable es que su vida esté saturada de temor. Jamás habrá un momento cuando tengamos que preocuparnos de que Dios nos perdone o no. Todo pecado – todo lo que jamás hayamos cometido – ha sido perdonado por su gracia mediante la obediencia de su Hijo en el Calvario. El Señor Jesús murió a fin de que nosotros podamos tener vida eterna. El nos ha dado libertad y no hay necesidad de vivir en pecado o temor.

En el libro “La sensación de ser alguien”, el autor Mauricio Wagner escribe: “El temor paraliza la mente haciéndonos incapaces de pensar con claridad. El temor de gran magnitud desorganiza la mente temporalmente al grado de que la confusión llega a imperar. El temor tiene también la tendencia de multiplicarse; cuando tenemos temor quedamos inutilizados al grado de que llegamos a temer de nuestros temores. No podemos hacer frente a los problemas cuando tenemos temor de ellos. . .

“Se necesita fe para doblegar el problema del temor. Es imposible vencer el temor sintiéndonos culpables de esa emoción. En ninguna parte de la Biblia encontramos que Dios condene a una persona por tener temor; en cambio, Él constantemente alienta a los que temen con declaraciones como: No temas, porque yo estoy contigo (Isaías 41:10). Cuando tenemos temor nos sentimos solos con nuestros problemas y estamos abrumados por ellos. La fe acepta el hecho de que el problema es demasiado grande para nosotros y también el hecho de que no estamos solos con él; tenemos a Dios con nosotros”.
En Lucas 4:18 el Señor Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos”. Una de las funciones de Cristo como Mesías es traer libertad de la opresión. Cualquier cosa que nos mantenga cautivos debe soltarnos de sus garras cuando le ordenamos que lo haga en el nombre de Jesucristo.

El pecado, o cualquier esclavitud emocional, no puede gobernar nuestra vida. El único poder que el pecado tiene sobre ella es el que nosotros le concedamos; o sea, que se trata de lo que nosotros decidamos hacer. Podemos tomar la decisión de pecar y rechazar el plan de Dios para nuestra vida o podemos elegir seguir a Cristo en obediencia. No hemos sido destinados para ser pecadores ni hemos nacido a una vida de temor.

La duda contribuye poderosamente al temor. Cuando dudamos de la habilidad de Dios para mantenernos y suplir nuestras necesidades, tenemos temor. Muchos han adoptado el punto de vista de que el hombre es el centro del universo y que todo lo que ocurre debe ser controlado por él. No obstante, la necesidad de estar a cargo de nuestro propio destino tiene un gran defecto. Nosotros no somos todopoderosos ni podemos evitar que acontezcan ciertos eventos, sólo Dios es soberano. En última instancia Él es la única fuente de nuestra seguridad.

Puesto que nos hemos sugestionado para creer en la mentira de que separados de Dios somos auto-suficientes, el temor impera en nuestras mentes sin control alguno. En lugar de tornarse a Dios en oración, nuestras mentes andan a la deriva, de un problema imaginario a otro. Intentamos arreglar todo y terminamos exhaustos espiritual y emocionalmente.

Satanás se complace en hacer que andemos corriendo emocionalmente.Él toma medidas extremas con tal de lograr que nos imaginemos todo tipo de cosas o situaciones. La mayoría de nosotros sabemos lo que es pasarnos una noche en vela debido a pensamientos o preocupaciones que se convierten en temores.
Un solo pensamiento puede multiplicarse y crecer mil veces si es regado por las mentiras del enemigo. Su principal objetivo es hacer que dejemos de confiar en Dios. Una vez que logra que lo hagamos, él nos despoja de toda sensación de paz y esperanza; comenzamos a dudar de las promesas de Dios y antes que nos demos cuenta el temor ha erigido toda una fortaleza en nuestra vida.

¿Cómo liberarse de las iniquidades?


Esta es una recopilación del libro “Breaking Generational Curses”, Rompiendo Maldiciones
Generacionales escrito por Marilyn Hickey y publicado por Harrison House, en Tulsa
Oklahoma, Estados Unidos de América. Hemos añadido algunos pensamientos nuestros y
versículos bíblicos para orientarlos en la liberación de iniquidades.


1. Reconocer las raíces en nuestra familia paterna y materna. 
 
Hacer una lista de pecados, hábitos, fracasos, tendencias, o enfermedades. Las ponemos
delante del Señor y pedimos perdón para que sea limpia nuestra línea generacional por la
sangre de Cristo. Dios soltará su poder para liberar nuestro árbol generacional de iniquidades generacionales.


2. Perdonar a nuestros ancestros que causaron esas debilidades o tendencias en
nosotros, aunque nosotros tomamos la decisión de actuar sobre ellas o quebrar el
ciclo. 
 
Mateo 6:12-14, “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores…. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también
a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco
vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” .

Romanos 2:1 “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre quienquiera que seas tú que juzgas;
pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque tú que juzgas haces lo mismo.
(Nuestro juicio contra otros puede iniciar una iniquidad generacional.) Debemos liberarlos de
sus transgresiones y escoger caminar en perdón. Decidimos cancelar la deuda que nos
deben, perdonamos. Perdonar como Cristo perdono.


3. Pídale a Dios que perdone los pecados específicos de sus ancestros que aún viven. 
 
I Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad.”


4. Confesar nuestra participación en la iniquidad familiar. 
 
La iniquidad es una debilidad espiritual en áreas determinadas, pero es nuestra decisión
seguirla o cortarla. Nosotros por nuestra libre voluntad decidimos pecar y tenemos que dar
cuenta por esos pecados.

Gálatas 6:7. “No os engañeís: Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará.”

Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará, más elque los confiesa y se
aparta, alcanzará misericordia.”. Si no confesamos nuestros pecados y pedimos perdón, el
enemigo tiene un derecho legal sobre nuestras vidas, tiene autoridad en áreas determinadas
y su único objetivo es matar, hurtar y destruir.

Salmo 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: confesaré mis
transgresiones a Jehová y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”

Salmo 32: 2-4. “Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo
espíritu no hay engaño. Mientras callé, se envejecieron mis huesos, en mi gemir todo el día
porque de día de noche se agravó sobre mi tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de
verano.”


5. Pídale a Dios que lo perdone y lo limpie de su participación en estas iniquidades
familiares. 
 
Salmo 32 1-6 (Biblia Al Día) “¡Que felicidad la de aquéllos cuya culpa ha sido perdonada!

¿Qué gozo hay cuando los pecados son borrados! ¿Qué alivio tienen los que han confesado
sus pecados y a quienes Dios ha borrado su registro de delincuencia!.

Hubo un tiempo en que yo rehusaba reconocer lo pecador que era. Pero mi falsedad me
torturaba y llenaba mis días de frustración. Día y noche su mano pesaba sobre mí. Mi fuerza
se evaporaba como agua en día de sol. Pero un día reconocí ante ti todos mis pecados y no
traté de ocultarlos más. Dije para mí: “Se los voy a confesar al Señor”. ¿Y tú me perdonaste!”
Toda mi culpa se esfumó. Por eso digo que todo creyente debe confesarle sus pecados a
Dios apenas los descubra, mientras haya tiempote alcanzar perdón. Si así lo hace, el castigo
no caerá sobre él”.

6. Someta su voluntad a Dios. 
 
Sométase al plan de Dios para su vida para asegurar su victoria. Su voluntad sometida le da
un poder sobrenatural para transformarse en un vencedor.

Salmo 119:37 “Apártame de querer ningún otro plan sino el tuyo, Reaviva el afecto de mi
corazón hacia ti.” (Biblia al Día).

Salmo 24:10 Cuando le obedecemos, toda senda por donde nos guía tiene la fragancia de su amorosa bondad. (Biblia Al Día).

Filipenses 2:13 Porque Dios está en ustedes ayudándolos a desear obedecerlo y a poner en
práctica esos deseos de hacer su voluntad. (Biblia Al Día).

Isaías 50: 4-5…Cada mañana me despierta y abre mi entendimiento a su voluntad. El Señor
Dios me ha hablado y yo escuché; no me rebelo ni me aparto. (Biblia Al Día).


7. Recuerde que Jesús se hizo maldición por nosotros para que a través de su muerte
en la cruz del Calvario podamos ser libres de toda maldición. 
 
Usted no tiene porque llevar culpa ni avergonzarse. Jesús pago el precio y ninguna
condenación hay para los que están en Cristo.

Romanos 8:2 “…ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

Gálatas 3:13-14 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición..”
Tito 2:14 “Jesucristo…quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda
iniquidad…”


8. Reconocer que Dios tiene toda autoridad y esta ha sido delegada a Jesucristo,
dándonos el poder para ser libres de iniquidades familiares de todas las obras del
enemigo. 
 
Mateo 28:18 “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”.
Hechos 10:38. “Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret”.


9. Use la autoridad en el nombre de Cristo Jesús. 
 
Aplique el nombre de Jesús a las iniquidades de su familia.
Filipenses 2:9-11. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que
es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre.”


10. Declare el poder de la sangre de Cristo. 
 
Jesús compro nuestra libertad por toda iniquidad familiar mediante el derramamiento de
sangre. Haga de esto su confesión continúa.

Efesios 1:7 “Tan sobreabundante es su amor que, con la sangre de su Hijo, borró nuestros
pecados y nos salvó.” (Biblia Al Día).

I Pedro 1: 18-19. “Dios pago un rescate; pero no lo pagó con simple oro o plata, sino con la
preciosa sangre de Cristo, el Santo e Inmaculado Cordero que tenía escogido desde antes de la creación del mundo…”


11. Declare que todas las maldiciones generacionales de su familia han sido rotas. 
 
Utilizando la lista de sus iniquidades familiares, nombre cada una y declare palabras llenas de fe para proclamar la victoria sobre cada una de ellas.


12. Declare bendiciones sobre su vida y las vidas de sus hijos. 
 
Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.”

Deuteronomio 30:19 “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os
he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge, pues, la vida, para
que vivas tú y tus descendencia.”

Finalmente, debemos de iniciar un proceso de santificación continua como dice I
Tesalonicenses 5:23 “Absteneos de toda especie de mal, y el mismo Dios de paz os
santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual
también lo hará.

Y pedirle a Dios que ordene nuestros pasos con Su palabra para que ninguna iniquidad se
enseñoree de nosotros. Salmo 119:133.

Caminemos con un Corazón Puro


“Dios nos ha convocado para un propósito más elevado que el de nuestras diferencias
doctrinales… debemos juntarnos alrededor de la Cruz de Cristo Jesús. Todos podemos estar de acuerdo en que nuestra nación necesita oración y que Jesús debe ser el Señor de toda América”.  (Bob Henning.)

Cuando el Espíritu de Dios puso en nuestros corazones el levantar un ejército de intercesores por las universidades, nos hemos dado a la tarea de orar para que él nos guíe a toda verdad y podamos hacerlo con diligencia.

Una de las cosas que como intercesores debemos hacer es caminar con un corazón puro y
limpio como dice el Salmo 51:10, pero antes de desarrollar este tema, me gustaría regalarles una definición que encontré, de lo que significa ser un intercesor.

De acuerdo con Cindy Jacobs, un intercesor es: “Una persona a la que Dios le habla de sus
secretos para que los cubra en oración,  por eso,  entre más  limpios estén nuestros corazones, mayor acogida podemos brindarle y más efectivas serán nuestras oraciones”.

Cuando el Salmista habla y dice: Crea en mí, Oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí (Salmo 51.10), significa que usted como intercesor le entrega su corazón al Espíritu de Dios, es darle tu corazón, permitirle que Él ilumine esas áreas oscuras, que haga una limpieza, que trate con mi “Yo”, que extraiga raíces de amargura, que quite aquellas cosas que le impiden a Dios tener un completo control sobre tu vida, que Dios ponga un corazón limpio, recibiendo a cambio la totalidad y completa llenura del Espíritu de Dios.

Es permitirle que trate con aquello que hay dentro de nosotros que necesita ser cambiado o
quitado. Esto significa que se avivará tu arrepentimiento y tu deseo de vivir en santidad, aparece una convicción de pecado, de estar bien delante de Dios y que nuestro corazón se vuelva blando ante él, podemos ver manifestado lo que dice Isaías: “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana.” (Isaías 1.18).

Dios tratará con nuestro “Yo”, pero: ¿Qué significa esto? Cuando hablamos de nuestro “Yo”,
hablamos de algunas áreas que involucran mi “Yo”, estas son: el orgullo, la autosuficiencia, la soberbia, la vanagloria, la vanidad, el engreimiento, la arrogancia, la jactancia, el envanecimiento, la pedantería, la altivez.

Todas estas actitudes serán la materia prima para que Dios trabaje con nosotros, para dejar
nuestro corazón limpio como blanca lana. Una de las cosas que el Espíritu de Dios nos ha
revelado en el equipo de Guardianes del Muro, es que una de las corrientes de pensamiento  que se desarrolla en las universidades es el Humanismo (el ser humano es rey de si mismo), el Relativismo (no hay verdades absolutas, todo es relativo); y el Hedonismo (darle rienda suelta indiscriminada al placer, sin importar las consecuencias).

Y casualmente todos los sinónimos de lo que significa “Yo” son fortalezas construidas por ideas de estas corrientes de pensamiento, “…fortalezas que se levantan contra el conocimiento de Dios” (2° Corintios 10.5), y recordemos lo que proverbio dice: “Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él” (Proverbios 23.7).

Si nuestro corazón está limpio y lleno del Espíritu de Dios, la humildad, vencerá la arrogancia que impera en la mayoría de los universitarios, y esta es la mayor fortaleza que les impide aceptar al Señor Jesucristo como su Salvador.

Un ejemplo del trato de Dios con el “Yo”, fue José (Génesis 37). Él fue usado por Dios para
cambiar una nación y también tuvo que tratar con sus actitudes erróneas presentes en su
corazón y carácter.


a) José era un joven orgulloso:
Él corría a decirle a su padre lo malo que hacían sus hermanos. Si lo comparamos con los
intercesores podríamos decir: cuantas veces el Espíritu de Dios revela algo de alguien y corres a decírselo a esa persona, (o peor aún) a otros.

Se envolvió en su túnica de muchos colores (representación de la unción de Dios), para anunciar que era el favorito de su padre. Algunos intercesores se sienten extra-súper-especiales por que Dios les usa para interceder; lo que Dios desea es enseñarnos a orar según su voluntad, No la nuestra; por ello es importante despojarnos de: egoísmos, raíces de amargura, rechazos, jactancias y opiniones jactanciosas.

Génesis 37.25 dice: “sentáronse a comer pan: y alzando los ojos miraron, y he aquí una
compañía de Ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas y bálsamo y mirra, é iban á llevarlo a Egipto”

El bálsamo y la mirra se usaban en la antigüedad para los entierros; Dios usó de aquí en
adelante situaciones para dar muerte  a la ambición y orgullo; que impedían el propósito de Dios para José. Conforme trataba Dios con el orgullo de José, le dio gracia a tal punto que fue el mayordomo de Potifar.


b) Dios trata con sus atributos físicos y habilidades:
Génesis 39.6 dice: “Y era José de hermoso semblante y bella presencia”. Algunos intercesores a medida que ven el éxito en sus oraciones, caen en la trampa de creer que Dios nos ha puesto por encima de otros compañeros de oración o creen que son mejores que otros para oír la voz de Dios, es creer que nos ha hecho de “hermosos semblante” en la oración.

También el creer que las cosas suceden o las respuestas ocurren porque intercedimos,
ayunamos y hacemos estrategias (caminatas, vigilias, adoración profética, actos proféticos), y no darle la Gloria a Dios por los resultados tan exitosos, porque sin duda es por Su Poder que las oraciones son contestadas y las ciudades y naciones son transformadas.

Cuando José reconoció que no eran sus atributos, ni su capacidad, sino Dios el que hacia las cosas, Dios se encargó de ponerlo de vicepresidente de Egipto: “Y respondió José á Faraón,
diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz a Faraón” (Génesis 41.16).

Recuerda lo que Dios nos dice en su palabra: “El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca” (Lucas 6.45). De lo que había en el corazón de José era lo que él decía y hacía. Nosotros como personas no hablamos lo que queremos, sino que hablamos lo que tenemos.

Cuando le permitimos a Dios que nos despoje de esas cosas que hay en nuestro corazón y que necesitan ser transformadas, Él podrá confiarnos los secretos muy bien guardados, lo que hablan los reyes en sus palacios (como le sucedió a Eliseo en 2° Reyes 6.12), y nos confiará la intercesión de gobiernos, ciudades, naciones y situaciones especiales.

c) Permita que el Espiritu de Dios sane su corazón: 

Mientras el Espíritu de Dios hace esto, permítele: que él limpie no solo los pecados de su
corazón (aquellos que Ud conoce y aún los que desconoce, como dijo el salmista en el Salmo 51); y que sane las heridas de su corazón” (Hebreos 12.15). “Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados” (Hebreos 12.15).

Las heridas del corazón que no han sido sanadas, contamina las oraciones que haces.

Algunas personas no saben que tienen una herida en sus corazones, otras personas si saben que hay alguna situación contra alguien que les afecta; pero por lo general hasta que la amargura, la ira, el resentimiento y la falta de perdón emergen en determinadas situaciones, eventos o palabras, es que empiezan a reconocer que hay algo en sus corazones que no anda como debiera, más si han sido heridos o rechazados por una persona de autoridad que ha sido importante para ellos.

La intercesión no es orar por lo que te dictan tus sentimientos heridos, sino por lo que te dicta el Espíritu de Dios, para conocer Su voluntad y dejarte guiar por Él, por eso es que tu corazón primero necesita estar limpio. 

d) Proceso de desarrollo de una herida en nuestro corazón: 

  •   Herida: alguien te lastimó.
  •   Resentimiento: dolor causado por la herida (sentimientos).
  •   Rechazo: (te apartas de otros para que no te hieran, aparece la inseguridad, la baja
autoestima, no te aceptas, auto rechazo te buscas actitudes negativas y resaltas los errores
cometidos). 

  • Amargura: veneno que te quita la alegría, la paz. Impones a otros, los mandas, los quieres
controlar, los hieres.
  • Odio: falta de amor y de perdón hacia otros.
  •   Rebelión: ir en contra de toda autoridad.
  • Crimen o suicidio (espiritual):  destruyes a los que están cerca de ti, a los que te aman, a los que amas, matas sus sueños con tus gestos, tus palabras, tus acciones, te vuelves
perfeccionista, haces que ellos mueran a sus sueños. Y desgraciadamente mueres a tus
propias ilusiones, anhelos aspiraciones y alegrías. 

“OH Yaweh, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme,
Has entendido desde lejos mis pensamientos Pues aun no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda”   (Salmo 139.1-2,4).


Para terminar, te invito a que oremos como lo hizo el Profeta y Rey David, en su Salmo 51:

"Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia:
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones;
Y mi pecado está siempre delante de mí.
A ti, a ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos: Porque seas reconocido justo en
tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo: Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría; Y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.
Crea en mí, Oh Dios, un corazón limpio;
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente.
Enseñaré a los prevaricadores tus caminos;
Y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud:
Cantará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios;
Y publicará mi boca tu alabanza.
Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría; No quieres holocausto.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado:
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” Amén!

Referencia Bibliográfica:
Jacobs, C. (1993) Conquistando las Puertas del Enemigo. USA: Editorial Caribe.

ADORACIÓN

Silo o Sión 2 ciudades geográficas que significan un hacer cada una.

Hay una realidad existente en los cielos por los siglos de los siglos, que nadie ni nada puede empañarlo. Dios es eternamente adorado por los siglos de los siglos.  Es el tiempo eterno en todos los tiempos de Dios sigue siendo adorado esta es la realidad existente.
Dios inicio un proceso de restauración por que desea devolvernos aquella relación que tenia el con Adán por que  la gloria se perdió y se paganizo estableciendo la idolatría.  Pero nosotros tenemos un propósito divino que es la adoración, Dios generacionalmente se revelo a los mortales para hacernos entender que somos seres que podemos adorar.  
La Biblia nos entrega los principios y símbolos extraordinarios y la revelación  no en conforme adoramos por mi autoridad territorialmente hablando. Dios nos muestra 4 estructuras generacionalmente estableció que nos hablan de un plan que nos  muestra el propósito de Dios para la adoración.

Arca de Noé, Tabernáculo de Moisés, tabernáculo de David, Templo de Salomón.

Cada una muestra elementos simbólicos. El arca de Noé es la estructura con más esencias, que surge de Noé para traer el mensaje de un diseño divino. Esta presente el # 1 y 3 que nos habla de un Dios Trino (Elohim) y de un Dios de salvación en medio de una sociedad paganizada.
Atreves de Moisés, Dios le entrega al pueblo de Israel sus designios, la ley, las ceremonias simbólicas y el tabernáculo con una construcción curiosa que se puede levantar y construir en el desierto, colores, telas, metales simbólicos, cuyo énfasis es el # 1, una puerta, 1 candelabro , 1 mesa de panes, un velo, sangre, sumo Sacerdote, un tribu, el plan tiene que ver con una la sangre del cordero y con el perdón que viene a través del Mesías que será enviado.

Todo el simbolismo profético extraordinario. 

Dios levanta a David con una capacitación profética para captar lo que ocurre en los cielos y él lo que hace es que en medio de ese tabernáculo levantado en Silo conquistar un arca por los filisteos y la llevo al monte de Sión donde esta asentada la ciudad de Jerusalén. Tenemos un tabernáculo con la presencia de Dios, en David podemos entender por que nos salvamos, por que somos salvos atreves de David se nos enseña un diseño que es levantando  de su hijo salomón y el levanta un templo lo mejor de lo mejor. Salomón resalta 5-10-12-24 multiplica de la iglesia y del ministerio apostólico, nos habla del pueblo de Dios madurado, traba por el  y que llega a su madurez la iglesia en las bodas del cordero, es el reconocido templo profético desde el arca de Noé, hasta el Templo de Salomón pero por que la Biblia nos habla de la restauración del tabernáculo de David y no los demás.
Antes estaba el arca detrás del velo y solo el sumo sacerdote podía verlo, pero con el mas de David todos podrán verla por que lo estaba era    escoge entre Silo y Sión.  En Josué 18:1
Silo: Jueces 21:12
Ana estaba de sedienta de hijos y Dios le concedió su hijo.  Silo representaba todo lo que había ahí.
David Fijo sus ojos en un monte, donde estaba la ciudad del gran Rey.
Dios manifestó que el Monte de Sión, se asentaba su gloria y que el Mesías Rey asiente sus pies sobre el Monte.
David sabia que si el asentaba y establecía el tabernáculo ahí levantaba adoración.  David batallo por años por que su meta era hacer una morada donde Dios habita, el sabía que si Dios establecía Su justicia, Su amor, SU Poder, sobre Israel, su nación seria bendecida y el también. David decía  que era mejor un día en su presencia que mil años fuera de ella, él sabia lo que significaba la gloria y la presencia de Dios en su vida y en su reinado. David era conocedor de la intimidad con Dios, el le decía a Dios: como el siervo mana por las aguas así clama por ti oh Dios el alma mía, mi alma tiene sed de ti, mi alma tiene sed del Dios vivo

Restauración  del tabernáculo.

Es un   de la pasión  por adorar a Dios siempre vendrá al encuentro de un adorador.  El entendió que todo el ceremonial nos lleva a una sola cosa: La adoración mas allá de los sacerdotes, mas allá de un a tribu, mas  allá de un solo lugar.
Todas las  naciones vendrán y le adorarán por que esto es lo que representa  Sión-
Si la iglesia pudiera entender que si hacemos de nuestra cosa, habitación, oficina, iglesia un lugar de adoración seremos prosperados en todas las áreas.  Así podemos como David entender el propósito de todo.
En Sión levanto una morada.
Hay un lugar de gran desafío para los pastores.
Silo: es un lugar de ceremonia y algunos sacerdotes habrán perdido la unción fresca, el discernimiento, la visión.
1 Sal. 3:1-3:
  • No había poder, no había vida en el espíritu,  escaseaba  la palabra profética y la revelación estaban ausentes., es decir la lámpara de Dios se estaba apagando.
  • La participación de personas no salmistas  o músicos era escasa,  el pueblo no era un participante  activo, era solo un espectador.
  • No había guía del Espíritu Santo a profundidad, solo podían ministrar a Dios los que fueran de la tribu de Levi.
  • Los gentiles (pueblo no podía), no tenían acceso al arca,  los cánticos espirituales estaban ausentes, profetas casi inexistentes en la participación del arca, no habían salmista ante la presencia de Dios, habían ritualistas de mente y tristeza en sus vidas., no habían adoración continua, adoraban a Dios en horas especificas del día, religiosidad, pérdida del arca del pacto.
1 de salmos 5:7 pero David…cambio esto. 

Sión: es el primer tipo de iglesia.  Hay muchas iglesias que se han establecido en Silo.
David reconoció que podía hacerlo solo que esto requería de una adoración nacional  y corporativa para soltar el  agua viva por medio de la adoración, es decir que el agua no suba  hasta los tobillos, o  a los lomos, sino que ira en aumento,  esta   adoración despierta el  mover profético y la novia adorará y lo anhelará cada día.  Si hubiera adoración 24 horas, la pobreza, la incredulidad desaparecería de América Latina.
¿Cuánto tiempo invierte en adorar?
Esta debe ser una prioridad por que la gente no sabe y no invierte tiempo en adorar.
Sión  representa:
-          Lugar de la presencia
-          La de adoración y alabanza  para traer el arca
-          Quedo el arca para ser visto y Dios manifiesta su gloria   
-          Lugar de adoración nacional y corporativa
-          Salmistas, cantores, música de alabanza
-          Lugar de ministración profética
-          Lugar donde  ministraron tanto la Tribu de Judá, como el pueblo
-          Hay cánticos de jubilo y expresiones de alegría gozo
-          Es un lugar asiento de profetas, de salmistas proféticos
-          El Arca del Pacto estaba a la vista, Dios recibía adoración 24 horas. Estaba abierto para  todos y esto representa la obra redentora de Jesús.
-          Sacrificio de adoración.