"Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes. Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria. Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla"
"La historia pertenece a los intercesores"

miércoles, 13 de abril de 2011

Quebrando la maldición de la pobreza


El día que tomes la decisión de desechar lo que no te sirve, ese va a ser el día que comiences a sentarte en la mesa de Dios 

Este es un tema que debemos prestar atención. Porque en la Biblia tenemos a Jesús diciendo en Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”
Y por otro lado tenemos en Job 36:15 dice: “Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído.”

“Nunca permita que la pobreza invada tu mente, porque no necesariamente hablamos de dinero, sino de un estado de vida”

Reciba esto: Cuando Jesús habla de pobres en el espíritu, está hablando de personas que reconocen su pobreza espiritual, dejando a un lado la autosuficiencia que es la que te lleva a ese estado.
“Cuando la biblia habla de “librar”, es porque hay algo que te esta esclavizando.”
Dice Gálatas 5:1, “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.”

Cuando la pobreza esclaviza tu mente te quita de la libertad que Cristo.
Veremos cómo piensa una persona que tiene su mente tomada por la maldición de la pobreza y cuál es la solución para la salida de ese estado:
1-Cree en un Dios que está esperando que uno caiga en el error para castigarnos Vive sumergido en un ambiente, en una atmosfera espiritual de castigo y por eso hay mucha gente que ve a Dios castigando a todos. El castigo te convierte en apocalíptico y cuando una persona cae, jamás pensaras en restaurarla porque los ojos de la persona que tiene una mente tomada por la pobreza, ve que es mejor el castigo que la restauración.
Pero la biblia dice en Judas 1:24 “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída”
En otras palabras, Dios te esta guardando, y te esta conduciendo por el camino correcto, porque Dios no desea tu caída.

Dice 1 Corintios 10:13 (PDT) “Ustedes sólo han tenido las mismas tentaciones que todos los demás. Pero Dios es fiel y no va a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Así que sepan que cuando sean tentados, van a poder soportar, porque Dios les dará una salida.”

2-Le tiene miedo a Dios y no respeto
Cuando una persona le tiene miedo a algo, no se le acerca, se escapa, porque el miedo paraliza a las personas. Cuando la mente está tomada por la pobreza, tenemos miedo de pedir, porque justamente, tenemos miedo que Dios se enoje.
Pero la biblia dice en Proverbios 1:7 (PDT): “Respetar al Señor es el principio de la sabiduría…”
Cuando tu vida funciona en un marco de respeto, en otras palabras, reconocimiento de Dios, quien es Él y que debo obedecerle, eso te desata sabiduría y justamente para eliminar la maldición de la pobreza, debo ser sabio.

3-Tolera lo que Dios odia
La pobreza es muy sutil, este espíritu diseñado por el infierno, entra con guantes de seda, pero cuando explota, generalmente es tarde ya.
Observemos lo que dice 1 Corintios 10:21-22, “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?
Todo lo que pongas en primer lugar será tu “Ídolo”, siempre el primer lugar le pertenece a Dios. Aquí es donde nosotros comenzamos a tolerar cosas que Dios no desea que toleremos, comenzamos a tolerar a personas con un lenguaje que ataca el propósito de Dios, toleramos a murmuradores, toleramos a criticones, toleramos doctrinas que tienen aspectos de santas pero son solo doctrinas de hombres, toleramos la falta de respeto hacia la obra que nos está preparando para la conquista, etc. esto provoca a Dios y de esta manera nos “sentamos en las dos mesas”
Aprenda esto y recíbalo: “Nunca toleres lo que Dios ha desechado” El día que tomes la decisión de desechar lo que no te sirve, ese va a ser el día que comiences a sentarte en la mesa de Dios, en la mesa de la abundancia.

4-Se mueve por necesidad y no por propósito
Pablo dijo en Filipenses 4:12-13, “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Lamentablemente esta es una tremenda maldición, y se necesita una fe activa, desafiante, para poder vencer esta potestad de las tinieblas. La mayoría de las personas no se mueven por fe, se mueven por necesidad y la pobreza te crea una necesidad que siempre te mantiene entretenido en lo incorrecto y no te permite edificar en el propósito de Dios para tu vida.
Quiero profetizar: “Vamos a dejar de hablar, movernos, trabajar, por necesidad, sino mas bien, lo haremos por propósito…”
Pablo por medio de esta palabra nos demuestra que el fue “EDUCADO” por Dios en el propósito y la escases, la necesidad, no atrapo su mente, no atrapo su ministerio, sino que lo preparo, lo formo, para aprender a moverse en el propósito de Dios.
En este día con todas las fuerzas vamos a proclamar que esto se termina.

5-Desprecia la familia y pierde la mentalidad de herencia.
La pobreza evangélica es atroz, de tal manera que si nosotros tenemos en nuestra familia personas que no profesan la misma fe, o con la misma pasión que nosotros, en la iglesia evangélica le han dicho que se separe de su familia, “porque son mundanos”.

Aprenda esto: No viniste al mundo en el vientre equivocado, no importa lo que pudieron hacer, si tenes tu familia alrededor y te mantenes fuerte y firme, Dios los va a tocar.
Dios uso familias, descendencia, para afectar a las distintas generaciones. La mentalidad de pobreza te encierra en vos mismo y te corta lo que viene.

Pero en realidad, aunque creas que tu trabajo no sirve, cuando rompes la maldición de la pobreza, tu mente comienza a pensar en sentido de herencia y comenzas a trabajar con más pasión.
Porque sabes que Dios no es injusto para olvidarse de tu esfuerzo.
“En este día declaro en el nombre de Jesús, que la maldición de la pobreza en todas las áreas de tu vida, ya no tiene parte y que Cristo te ha entregado la libertad, para que disfrutes, vivas un evangelio de poder, de potencia, de sanidad, de milagros, de prosperidad…”

Es hora de volver

A la hora de volver a la presencia de Dios se presenta una guerra interna, un ataque a la mente.
Lamentaciones 5:21 dice: “Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos; Renueva nuestros días como al principio.”Lamentaciones 5:21 (BAD) dice: 

“¡Vuélvenos, tráenos de vuelta a Ti! ¡Esa es nuestra única esperanza! ¡Devuélvenos las alegrías que solíamos tener!

Cada día, más allá de la cantidad de años que tengas en la fe, habrá necesidad de volver a Dios, ¿por qué? Porque Dios es Padre y como nosotros somos su creación su paternidad siempre nos atraerá a Él. Uno de los significados de Padre es Origen, Principio. Es por esto que debe existir en nosotros la necesidad de volvernos a Su Presencia, porque de Su Presencia es de donde salimos (donde fuimos gestados), entonces cuando volvemos a Él, volvemos a nuestro origen, a nuestro principio.

Quiero darle un ejemplo de volver a Su Presencia: Lucas 15:18-20 dice: “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” No importa por donde camine una persona, siempre en su interior tendrá la necesidad de volver a su origen, a su principio, a su Padre.

Hoy tiene que ser el día de la decisión, como dice esta palabra de Lucas, debemos “levantarnos y volver a casa”
A través de los años, me he dado cuenta que a las personas les cuesta volver a la Presencia de Dios. Se les presenta una guerra interna que no pueden quebrar, un ataque a la mente entronando pensamientos como:
1. Después de lo que hice, Dios no me puede perdonar.
2. Dios quizás me perdone, pero ya no será como antes.
3. Yo lo traicione a Dios, el confió en mí y yo no le di importancia.
4. no creo que Dios me escuche, nunca pude cambiar lo que me pedía.
5. Ya es tarde…

Estos son algunos de los pensamientos más comunes que se entronan en la mente, pero como cuenta esta historia de Lucas, la respuesta de Dios, no se la esperaba el hijo, así como nosotros quizás no esperaríamos esta respuesta, observemos: “Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.”

Cuando decimos “es hora de volver, decimos que si estás vivo todavía no es tarde para que vuelvas, Su Presencia es lo que genera transformación total.
Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ¿a dónde iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna.” (Ju. 6:68)
Para Dios nosotros somos la debilidad mayor de su creación, de tal manera que nos confió a su Hijo, la predicación del evangelio, entre otras cosas, por eso reciba esto y guárdelo en su corazón, "Nunca es tarde para volver a Su Presencia”

Tres áreas en las que debo volver a Su Presencia

1 tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”

1. Debo volver en mi alma: Cuando vuelvo a la Presencia de Dios mi alma, estoy reconciliando mis emociones con Dios. De esta manera puedo alcanzar un equilibrio y tengo la fuerza para renovar mi mente. Es importante volver las emociones a Dios, En ninguna parte de la Biblia dice que borres tus emociones, pero sí dice que Dios te da dominio propio, así que si existen emociones negativas, cuando volves a Dios, esas emociones son controladas por Él.
2. Debo volver mi espíritu: Nuestro espíritu, fue diseñado para ser abrazado por el Espíritu de Dios, una persona que no tiene en su espíritu el abrazo del Espíritu Santo, es una persona muerta en su interior, independientemente de su condición social, o la imagen exterior que represente.
3. Debo volver mi cuerpo: Mi cuerpo es mi traslado en esta tierra, debo volverlo a Dios, para recibir constantemente sanidad, fuerza y rejuvenecimiento. Si bien existe el desgaste biológico normal, conozco muchos casos de envejecimiento prematuro, a causas de no volver su cuerpo, su alma y su espíritu a Dios.
Lo primero que la gente va a ver en nosotros, no es el alma, ni el espíritu, sino nuestro cuerpo, lo exterior, el cuerpo es un constate elemento de evangelización para los demás.

Tres cosas se desataran por volver a Su presencia

1. Verás cosas más grandes, maravillosas, de las que viste hasta hoy: Esto es real, porque la misma palabra lo dice en el Salmo 84:7 “Irán de poder en poder; Verán a Dios…”
2. Verás abrirse el cielo: Es decir, experimentaremos su hermosura, contemplaremos su rostro, caminaremos viendo la Gloria. Él está contigo, te ama, te acompaña. Para unos los cielos serán de bronce pero para nosotros estarán abiertos y Su Presencia nos dará descanso todos los días.
3. Verás las experiencias espirituales más extraordinarias: Jesús dijo, “Quédense, en pocos días vendrá el Espíritu Santo, caerá sobre ustedes y todo lo que hicimos juntos en tres años y medio será cambiado en bendición, los cielos se abrirán para las cosas grandes”.
Dios ya nos está entrenando; Él se ocupa de nosotros siempre. Tal vez, hoy no veamos nada, pero en cualquier momento vas a ser enviado para que traigas fruto al ciento por uno. ES HORA DE VOLVER A SU PRESENCIA.

Cosas que no son como si fueran

Mira la situación a través de la fe y verás como tu espíritu se levanta y comienzas a ser transformado. 

Dios tiene un método especial para producir cosas y resultados y se trata de llamar lo que NO ES como si fuera. Esta divina forma de actuar debe ser también nuestra forma normal, porque lo que es normal para Dios debe serlo para nosotros también. Lo normal para Dios es que veamos los resultados terminados y hablemos y tratemos las cosas como tal. Por ejemplo si tenemos problemas emocionales y espirituales debemos ver, sentir y declarar que esos problemas emocionales serán sanados y seremos liberados, cuando creemos que no hay salida y que no tenemos solución estamos actuando de forma anormal para Dios, porque según él siempre hay salida. Todo lo que para Dios es normal, para el pensamiento humano parece anormal, parece locura. Pero la realidad y la verdad la tiene Dios y no la incredulidad. 

A lo que parece que no tiene salida, nosotros lo vemos en fe y declaramos la salida, esta fe se hace parte esencial de nosotros y se nos quitan las dudas y miedos. Nuestra batalla continua es si nos mantenemos creyendo en victoria o nos flaqueamos para estar en derrota.

Cuando Dios creo el universo dice la biblia que “de la nada” lo creo, esta es la naturaleza omnipotente de Dios. Cuando Dios llamó a Gedeón le dijo: “Varón esforzado y valiente” (Jue. 6:12) Luego Gedeón dijo “No, si yo soy el menor, mi familia es pobre…”, para Dios es normal lo que no es como si fuera y luego eso que no es se trasforma en lo que Dios declaró, por eso la biblia dice que su palabra no vuelve a él vacía, sino que su palabra declarada va, trasforma, crea y cumple su propósito. 

Si hoy estás en medio de esa situación que parece “NO ES” lo que quisieras, comienza a ponerte de acuerdo con Dios, para verla, hablarla y actuar como si esto fuera a cambiar. Llama a las cosas que no son como si fueran, esto es poder de Dios, la fe es como un golpe a las circunstancias, es una batalla que debemos afrontar cada día. No bajes los brazos actúa como tu Padre Celestial, actúa como Jesús, porque tenemos su sangre, somos participantes de la naturaleza divina.

Comienza a verte de forma diferente, si algo te cuesta, cambia la perspectiva de temor, de vergüenza, de fracaso por la perspectiva de Dios.

Gedeón se transformo en un varón esforzado y valiente por causa de lo que Dios creía de él, luego el se puso de acuerdo con Dios y avanzó. Decide hoy no ponerte los lentes de la incredulidad y temor y cámbialos por una fe superior. Poco a poco nos vamos transformando a imagen de Jesús, fuertes, obedientes, pacientes, compasivos. Nuestros sentimientos van siendo pulidos a medida que andamos en fe. No te desalientes porque aunque te sientas desanimado y sin fuerzas hoy Dios te dice: “esforzado y valiente” usa tu imaginación, tus pensamientos y tus palabras para verte transformado según lo que quieres lograr, mira la situación a través de la fe y verás como tu espíritu se levanta y comienzas a ser transformado. 

Cuando Dios miró al Saulo de Tarso vio a uno de los apóstoles más usados de todos los tiempos, que escribió gran parte del nuevo testamento, porque llamo lo que no es como si fuese, lo mismo con David, un simple y olvidado pastorcito de ovejas el Señor lo vio como el más prominente de los reyes de su pueblo y así fue, por que vio lo que no es como si fuese. 

Donde hay enfermedad
Dios ve sanidad
Donde hay pobreza  
Dios ve prosperidad
Donde hay vacío    
Dios produce vida y gozo
Donde hay confusión
Dios ve claridad
Donde hay soledad 
Dios de compañía
Donde hay fracaso 
Dios lo torna en éxito
Donde hay heridas  
Dios produce sanidad emocional
Donde hay opresión      
Dios ejecuta liberación
Donde hay pleitos  
Dios desata paz

Recuerda que somos nosotros lo que tenemos que hacer este acuerdo con Dios, porque en el momento que decido seguir sus consejos y ver y hablar lo mismo que el Señor ve y habla las cosas cambian. 

Este es tu día de ponerte de acuerdo con Dios y llamar todo lo que no es como si fuera. No hagas acuerdos con las tinieblas y no aceptes las derrotas, lo negativo, solo debes aceptar lo que pertenece a tu herencia, a todo lo que nos dejo Jesús en la cruz, todas las promesas de Dios en la biblia son nuestra única herencia y son las que tenemos que creer, pedir y esperar. .

Creciendo de Fe en Fe

No trate la Palabra de Dios como cualquier libro, porque no lo es. Es la semilla espiritual que tiene poder sobrenatural.

Uno realmente no se emociona con la Palabra de Dios sino hasta que llegue a entender que no es solo una colección de promesas inspiradas por Dios. Es una fuerza viva que lleva dentro de sí el poder para hacer que esas promesas sean una realidad en su vida. 

¿Es difícil para usted creer que tal cosa sea posible? No debería serlo. Puede observarlo en el mundo natural todo el tiempo.

Si yo pusiera una semilla de tomate en su mano y le dijera que dentro de esa pequeña semilla yace el poder para producir un tallo mil veces más grande que la semilla, para producir hojas, raíces y tomates rojos, usted no tendría ningún problema en creerlo. ¿Cierto? Sabe por experiencia que aunque esa semillita no parezca una fábrica de tomates, sin embargo, dado el ambiente propicio, llegará a ser una fábrica de tomates.
Jesús dice que la Palabra de Dios opera de acuerdo a ese mismo principio: hay poder milagroso dentro de ella. Es una semilla que una vez sembrada por la fe en el corazón humano producirá más bendiciones de las que usted pueda imaginarse.

Una vez que usted entienda ese principio, se entusiasmará con la Palabra de Dios. Eso me sucedió a mí. Hace muchos años vi lo que la Palabra podía hacer, vi el poder que había en ella. Así que puse una Biblia en cada habitación de mi casa y en mi automóvil, y tenía una grabadora de casetes prendida casi todo el tiempo.
Pasaba cada momento posible en la Palabra de Dios porque quería el poder de esa Palabra dentro de mí más que cualquier otra cosa del mundo. Sabía que quitaría las barreras de mi vida, barreras que me habían limitado y reprimido por años. Sabía que al leerla no estaba solo leyéndola, sino sembrando semillas: semillas de prosperidad, de salud, de protección y de victoria en todo aspecto de mi vida.

No trate la Palabra de Dios como cualquier libro, porque no lo es. Es la semilla espiritual que tiene poder sobrenatural en su interior para producir la cosecha de una vida entera. Entusiásmese con ella y comience hoy a sembrarla. 

"Siembra tu semilla en la mañana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si ésta o aquélla, o si ambas serán igual de buenas".  Eclesiastés 11:6 (NVI)

Dios es tu confianza y protección

 “Confía en el Señor de todo corazón,
      y no en tu propia inteligencia.
 Reconócelo en todos tus caminos,
      y él allanará tus sendas”. Pr. 3:5-6 

Si pensamos que confiar en nuestra capacidad es una gran garantía, estamos equivocados, Dios nos dice que con el corazón confiemos ante todo en él, esto es lo que para Dios es sensato y cuerdo. ¿Cómo un simple mortal puede tener más confianza en si mismo que en el Dios creador de todo? no confiemos que con nuestra sola habilidad podremos vencerlo todo, porque si Dios no nos respalda nuestras habilidades o autoconfianza puede resultar en una gran frustración como muchas veces nos ha pasado.
“Reconócelo en todos tus caminos” reconocer es dar a Dios su lugar debido como nuestro guía y ayuda suprema. Reconócelo en todo lo que hagas y emprendas, confía en su ayuda protectora y en su sanidad completa, ya sea física o emocional, reconócelo en todas tus actividades y dale toda la gloria al que vive para siempre; y luego él se encargará de enderezar y allanar el camino que tenemos por delante para que nos sean más fáciles y sencillas las cosas. Allanar significa que Dios nos quitará obstáculos y complicaciones en la vida.
"No seas sabio en tu propia opinión;
      más bien, teme al Señor y huye del mal.
 Esto infundirá salud a tu cuerpo
      y fortalecerá tu ser. Vs. 7 y 8

Nuestro punto de vista es muchas veces muy limitado y solo juzgamos desde nuestra pequeña perspectiva de las cosas, por eso, debemos antes que confiar en nuestra propia astucia comprender que nos podemos equivocar y ser humildes, esto es aprender a cerrar la boca y no juzgar.

Antes de preocuparnos por opinar de todo, mejor usemos el tiempo para  temer a Dios y para alejarnos del mal. Para Dios el más sabio es quién lo respeta sobre todas las cosas, es aquel que tiene en cuenta sus caminos, no despreciando los consejos y pecando deliberadamente. Temer a Dios es hacer lo que le agrada, seguir sus consejos y huir de las tentaciones y la maldad. Esto añade una promesa maravillosa: “Infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser” ¿Quieres salud, quieres fortaleza interior? El cuerpo recibirá una salud inusual y una energía sobrenatural cuando somos sumisos a Dios, humildes con nuestra opinión y andamos en los caminos de nuestro Padre celestial.
"Honra al Señor con tus riquezas
     y con los primeros frutos de tus cosechas.
 Así tus graneros se llenarán a reventar
      y tus bodegas rebosarán de vino nuevo". Vs. 9 y 10

Muchos hombres y mujeres usan de manera pésima el dinero, pensando que siendo mezquinos y no gastando nada podrán retener más dinero, piensan que comprando lo mínimo y lo más económico van a retener más, sin embargo la sabiduría de Dios nos dice todo lo contrario; nos enseña una mentalidad de sobreabundancia, Dios es el dueño de todo el oro y las riquezas del mundo. Y cuando seguimos estos consejos poseeremos a nuestro favor abundancia en extremo, se llenará nuestra casa y nuestros ingresos serán multiplicados, incluso estaremos bajo la protección de Dios para que no tengamos gastos y pérdidas innecesarias. El principio básico de la prosperidad en el reino de Dios siempre, siempre, siempre es dar y dar con un corazón alegre honrando al Señor, el dueño de nuestras vidas, porque todas tus riquezas proceden de Dios. Cuando recibas tus ganancias, da ante todo de esas primicias al Señor, hónralo con tus diezmos y ofrendas para su obra. Esto lo aclaró Jesús cuando tuvo una disputa con los fariseos hipócritas, que les ordenó que sean misericordiosos ante todo, que tengan el amor de Dios en sus corazones si querían ser espirituales, pero también les aclaró que no dejen de diezmar, Jesús no abolió el diezmo, más bien lo confirmo diciendo: “Debían haber practicado esto, sin dejar de hacer aquello (el diezmo)”. (Lc. 11:42). Cuando damos estamos declarando que nuestro amo es Dios y no el dinero. Nuestras dádivas para la obra del Señor es el sistema que Dios eligió emplear para propagar su palabra.

Esta promesa en proverbios 3:9-10 no es solo que Dios nos sostendrá, sino que nuestras ganancias llegarán a rebosar, "a reventar". El principio de la riqueza no es mezquinar, es honrar a Dios para tener sobre abundancia.
“No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
    Ni te fatigues de su corrección;
Porque Jehová al que ama castiga,
    Como el padre al hijo a quien quiere”. Vs. 11 y 12

Hay cosas que las hemos aprendido mediante el sufrimiento, tenemos la tendencia a retener más algunas lecciones por medio de las experiencias que por medio de las enseñanzas teóricas. Muchas cosas que nos han pasado Dios las ha permitido para que aprendamos alguna lección.

Se dice que hay dos formas de no reincidir en los errores y es por golpearnos o por prudencia, por eso en los versos anteriores se nos insiste en seguir los consejos de Dios ante todo, de lo contrario tendremos consecuencias. Pero es bueno saber que Dios nos corrige porque nos ama, así como el padre al hijo a quien quiere. Dios no sería bueno si nos descuidará y nos dejará sin enseñarnos por medio de advertencias o experiencias.

"Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro. Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar! Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay *paz. Proverbios 3 :13-17

Alcanzar la sabiduría es estar enfocados en Dios y en nuestro propósito, la sabiduría de la que habla la biblia es la que pone a Dios siempre en primer lugar,es la sabiduría que ante todo respeta y tiene en cuenta al gran creador. El mayor capital que podamos tener según Dios no es oro ni riquezas, sino sabiduría, la que solo Dios da a los humildes y a las personas de fe. Cuando nos basamos en el principio de que Dios es el creador y hacedor de todo amándolo sobre todas las cosas podemos alcanzas conocimientos y sabiduría extraordinaria para cualquier asunto de la vida, Dios se encargará de proveernos todo conocimiento necesario para que cumplamos su plan, Dios nos comparte de sus riquezas inescrutables de sabiduría para ser eficaces en nuestras tareas, para glorificarlo y para alcanzar mayores niveles de revelación.
La sabiduria trae consigo magníficos beneficios como una larga vida, honor y riquezas. También podemos comparar este versículo a la predica de Jesús, que dijo: “Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas les serán añadidas” Dios quiere una relación íntima con nosotros y así luego él podrá añadirnos todas las demás cosas que vienen por consecuencia, honor, riquezas y una larga vida de buena salud. Los hombres sin fe buscan insaciables todas estas añadiduras, pero son necios al no darse cuenta que Dios se las daría cuando si lo dejaran gobernar sus vidas. Con el Señor de nuestro lado podemos alcanzar una vida de placer y de paz, debemos llegar a tal punto de fe y comunión con nuestro Señor que todo lo que el tiene se nos transmitirá, estaremos saciados de deleite y paz, ¡que asombroso es nuestro Dios!.

"Hijo mío, conserva el buen juicio;
no pierdas de vista la discreción.
Te serán fuente de vida,
te adornarán como un collar.
Podrás recorrer tranquilo tu camino,
y tus pies no tropezarán.
Al acostarte, no tendrás temor alguno;
te acostarás y dormirás tranquilo.
No temerás ningún desastre repentino,
ni la desgracia que sobreviene a los impíos.
Porque el Señor estará siempre a tu lado
y te librará de caer en la trampa". Vs. 22-26 

En esta parte del capítulo nos habla una vez más de los beneficios de ser cuidadosos con nuestra vida, de actuar con prudencia y cautela para nos caer en los engaños y trampas de cualquier tipo de pecado. El Señor es nuestra fuerte confianza, es nuestro ayudador, nuestro refugio en la tormenta y nuestro amparo en la tribulación, solo Dios puede dar el don de acostarnos y dormir tranquilos y no temer ningún desastre repentino, hay personas que en sus corazones la fe no se ha arraigado y cimentado viven nerviosos, ansiosos temiendo desatres y calamidades repentidos, como ese tipo de personas que siempre están esperando lo peor, pero tenemos esta promesa para nosotros los que amamos a Dios y queremos agradarle que dormiremos en paz y podemos andar reposados en nuestra mente y corazón sabiendo que una protección sobrenatural esta con nosotros y seremos protegidos todo el tiempo. La desgracias sobreviene a los incredulos, que son los no creen en Jesús, ellos no cuentan con esta protección, pueden ser sorprendidos en todo momento por cualquier desgracia. (Vs. 25) El Señor se compromete a estar de nuestro lado siempre, a cualquier hora, lugar o situación. Incluso nos librará de las trampas que nos quieran hacer, nos librara de caer en engaños, estafas y robos (Vs. 26) Estas promesas son palabras que debemos guardar y grabar a fuego en nuestro corazón para que vivamos en paz, estas promesas abarcan todo lo necesario para una vida totalmente plena y victoriosa. No temas si estas pasando por dificultades hoy, Dios te esta hablando y te esta invitando a que primero conozcas y veas el tipo de vida que el quiere darte, segundo a que lo creas y pongas por obra sus mandamientos y tercero que seas su aliado y recibar el favor que tenemos los privilegiados hijos de Dios. Es lamentable que muchos no quieren creen , piensan que Dios no tiene poder o es mentiroso, pero te invito a que puedas comprometerte a memoricar el capítulo 3 de proverbios y se desate sobre tu vida esta fascinante promesa. Toma un tiempo para leer y releerlo, meditalo, disfrútalo, reclámalo, pídelo y recibelo, en el glorioso nombre de Jesús.
"No niegues un favor a quien te lo pida,
si en tu mano está el otorgarlo.
Nunca digas a tu prójimo:
«Vuelve más tarde; te ayudaré mañana»,
si hoy tienes con qué ayudarlo. Vs. 27-28 

El vs. 27 vuelve a dar las condiciones para recibir todas las promesas ynos habla del dar, de ser generosos cuando tenemos la posibilidad de serlo. Generalmente cuando vemos que alguién esta realmente necesitando nuestra ayuda es ahi donde debemos actuar ¿Cómo podríamos decir que amamos a Dios si vemos a alguien padecer necesidad y nosotros pudiendo hacerlo nos negamos? El egoísmo es un bloqueo para las bendiciones de proverbios 3. Decide hoy que cuando se presente alguien al que puedas ayudar lo harás sin dudar. Esto te abrirá las puertas de la gracia y el favor de Dios. No cierres el corazón cuando el Espíritu Santo te esta guiando a bendecir a otros, tal vez pierdas la oportunidad y no se vuelva a repetir, siempre que haya una posibilidad para ayudar, hay una posibilidad para servir al Dios todopoderoso y luego recibir la recompensa de su mismo trono.
29 No urdas el mal contra tu prójimo,
contra el que ha puesto en ti su confianza.
30 No entres en pleito con nadie
que no te haya hecho ningún daño.
Otra perla de revelación es esta, no traiciones, y lo dice sobre todo hacia aquellos que han puesto en ti su confianza, ni siquiera intentes el mal contra tu prójimo, estos son los códigos del reino de Dios, nosotros sus ciudadanos debemos mantenernos bajo estas reglas si queremos recibir todos los beneficios de nuestra ciudadanía celestial. No seas amigo de las peleas, hay personas que están acostumbradas a gritar y pelear por cosas insignificantes, en otras palabras no seas un iracundo peleador. ¿Porque tener una actitud agresiva con aquellos que nada nos han hecho? se un hijo de paz y la paz te seguirá.
No envidies a los violentos,
ni optes por andar en sus caminos.
32 Porque el Señor aborrece al perverso,
pero al íntegro le brinda su amistad. Vs. 31 y 32

Este capítulo de proverbios se destaca por hacer hincapié en las actitudes del corazón, porque no valen mucho para Dios otras habilidades si tenemos un mal corazón. Se dice popularmente que de este mundo “no nos llevamos nada”, sin embrago nos llevaremos mucho más de los que creemos. Cada acto que hayas hecho con bondad, con sinceridad y para beneficiar a otro, eso te lo llevarás, te lo aseguro. Envidiar es una declaración de inferioridad y de malicia. Las expresiones limpias del corazón son cosas que Dios ama y lo resalta en toda su palabra. No cualquiera puede pretender amistad con Dios a menos que tenga sus mismos intereses y desee ser como Jesús.

La maldición del Señor cae sobre la casa del malvado;
su bendición, sobre el hogar de los justos.
34 El Señor se burla de los *burlones,
pero muestra su favor a los humildes.
35 Los sabios son dignos de honra,
pero los *necios sólo merecen deshonra. Vs. 33-35
Burlarse de otros parace no ser algo que le guste a Dios, hay personas de habitos burlones, que humillan, averguenzan y molestan con ironías a todo el que se le acerca, pero los burlos tenderán esa misma molestia, pero de parte de Dios. Burlar es soberbia, es menospreciar, en ocaciones envidiar. Cuando alguien detesta a otra persona (aunque no lo quiera hacer notar) lo podrá manifestar con burlas. Respetar a todos es nuestra regla, si cayeron bajo faltandonos el respeto, para nosotros será un honor pagar ese mal con un bien.
35 Los sabios son dignos de honra,
pero los *necios sólo merecen deshonra. 

Jesús dijo : “Si alguno me sirviere mi padre lo honrará” como dijimos anteriormente los sabios de este mundo son los que siguen al maestro, el que permanece para siempre es aquel que hace la voluntad de Dios. Toda el que ama la pompa de este mundo más que a Dios y decide abandonar sus camino para ir tras los deleites temporales del pecado esta cabando su propia tumba. Porque el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:17

A los justos les irá bien

Somos herederos de Dios por eso debemos acercarnos a Él confiando en Su amor y ofreciéndole actos de justicia.
La justicia y misericordia son dos valores muy diferentes aunque se relacionan. Cuando tenemos misericordia con otros, Dios es justo con nosotros y cuando Él tiene misericordia con nosotros, debemos obrar con justicia hacia los demás.
Seamos justos con Él y con nuestros semejantes, especialmente con aquellos que han tenido misericordia de alguna forma.
Por ejemplo, un trabajador a quien se le ha perdonado alguna falta, debe ser justo con su jefe y no solamente dejar de hacer lo incorrecto que se le perdonó, sino también compensar de alguna forma lo que hizo.
Si robó, debe devolver lo robado, además de trabajar el doble para suplir su falta. En otras palabras, dejará de hacer lo malo y hará algo muy bueno a cambio.
Yo sorprendí a un trabajador robándome. Era una buena persona que cometió un error, así que le perdoné. Cuando me dijo que se iría por haber robado, le respondí: “Espera, sufrí las consecuencia de tu pecado ahora quiero disfrutar de los beneficios de tu arrepentimiento.  Claro que devolverás lo que tomaste, además de vender más de lo que tenías establecido para  compensar con una buena actitud”.  Es necesario hacer obras de justicia para quien tuvo misericordia con nosotros. Si tu esposa te perdonó la infidelidad, además de no volver a engañarla, debes compensarla con mucho amor y detalles. No se trata de empatar la situación, sino de superarla con lo bueno. Ofrece gestos de justicia a quienes te han mostrado misericordia.  
Aplica ese mismo principio con Dios que te perdona constantemente. Si debemos perdonar setenta veces siete las faltas de nuestros hermanos, Él nos perdona más aún, entonces, ¡imagina cuántas expresiones de justicia debemos darle! No abuses de Su misericordia y demuestra que la valoras, ofreciéndole actos de justicia.
Servir sin condiciones
Mateo 20:8-15 no cuenta sobre la justicia: Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?
Recordemos que esta historia nos habla del dueño de una viña que contrató obreros. A los primeros que envió a trabajar desde el inicio de la jornada, les pagó según lo pactado y a quienes contrató cuando ya solamente quedaba una hora de trabajo, les dijo que recibirían lo justo, aunque no sabían cuánto.  Estos últimos confiaron en él y no exigieron ningún contrato, como los primeros.  Muchas veces queremos hacer negociaciones con Dios y lo condicionamos, diciéndole que le serviremos pero pedimos algo a cambio. Esa actitud no es la correcta ya que debemos servirle sin esperar nada porque estamos seguro que Él nos dará lo justo.

Dios siempre prueba las intenciones de nuestro corazón. En esta parábola, el señor de la viña probó a los últimos trabajadores cuando los contrató diciendo que pagaría lo justo y ellos aceptaron, confiando en él, agradecidos por la oportunidad de trabajar aunque fuera sólo una hora. Seguramente fue a ellos a quienes contrató para el siguiente día y si les pagó un denario por hora de trabajo, les pagaría doce denarios por doce horas. ¡Así es la justicia del Señor que nos da más de lo que imaginamos! Aprendamos de ellos y aprovechemos las oportunidades, por pequeñas que parezcan porque seguramente son las correctas en ese momento de tu vida. A veces somos “llenos de cuentos” y actuamos con arrogancia, esperando solamente grandes oportunidades, pero sólo quien demuestra valor en lo poco será puesto en mucho. Lo pequeño abre las puertas a lo grande. ¡Aprovecha todo lo que venga!

Entonces, a quienes contrató de primero, los probó de último, en el momento de la paga y no superaron la prueba porque actuaron con rebeldía, criticando sin agradecimiento. Dios es astuto. A veces nuestras peticiones son como manipulaciones. Le decimos: “Sáname porque soy tu siervo y te sirvo”.  No nos damos cuenta que ¡Él nos sana porque en la cruz del Calvario pagó el precio por bendecirnos, lo hace porque nos ama y porque por Su herida fuimos sanados! No pienses que tu pequeño grupo en casa te sirve para manipularlo. Nos dio la vida eterna por amor, no por agradecimiento a los coros que le cantamos. Adóralo por lo que te ha dado, no para manipularlo. Cuando Pedro, se estaba hundiendo, no empezó a “cantar coritos”, sino que fue al grano y pidió misericordia, lo mismo hice yo cuando Sonia y mi hija estaban en peligro de muerte en la sala de partos. Allí, el Señor me hizo ver que Su misericordia nos alcanzaría y así fue.

Somos hijos de Dios, más que pertenecer a una religión, somos Sus herederos por eso debemos acercarnos a Él confiando en Su amor y ofreciéndole actos de justicia. Mis hijos me enseñaron cómo funciona esa relación.  Yo siempre les traía algún regalo de cada viaje porque pensaba que si bendecía a otros, mi familia también merecía bendición.  Así que ellos siempre esperaban que yo le diera algo cada vez que regresaba de algún lugar. Prácticamente se le tiraban a la maleta o hacía como los israelitas ante Jericó, rodeándola siete vueltas para conquistarla.  Con el tiempo se pusieron religiosos porque con mucho tacto me preguntaban: “¿Cómo te fue papá?, ¿Hubo personas que se entregaron al Señor?”  Me hacía gracia porque sabía que esperaban ansiosos que les diera el regalo que les llevaba.  Dios es tu Padre y te ama, esa es la razón por la que te da bendición y por eso, merece tus actos de justicia.

Si has servido desinteresadamente al Señor y has confiado plenamente en Su justicia, te aseguro que está por venir el segundo día de trabajo, ese cuando te pagará más de lo que imaginas. Te dará doce veces más, te bendecirá en abundancia, no lo dudes. No le pongas condiciones a Dios para servirle. ¡Debes romper los contratos espirituales!  Dile: “Señor, te firmo un documento en blanco, te serviré sin condiciones y sé que me darás lo que es justo”. No lo limites, déjale hacer conforme a Su justicia.
Recibir lo justo
Isaías 3:10-11 promete y advierte: Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. !!Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.
Todos, justos e injustos reciben fruto de su trabajo.  Le irá bien a quien hace lo correcto porque trabaja y se esfuerza. De igual forma, le irá mal a quien no obra con justicia y desperdicia las oportunidades.  Esfuérzate haciendo el trabajo que te corresponde y Dios te bendecirá. No esperes a ser gerente para demostrar que eres capaz de lograr grandes cosas. Alcanza tus metas siendo operario, oficinista o director general de la empresa donde trabajas. No seas como los que tuvieron trabajo todo el día y protestaron por lo que el amo hacía con su dinero. Cumple con tu parte y recibirás lo justo.
Proverbios 3:9-10 asegura: Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todo y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.
Dios llena hasta rebalsar los graneros de los justos que le honran con las primicias de sus cosechas. Así era en aquellos tiempos. Lo primero de una cosecha se consagraba al Señor porque era la forma de asegurarse abundancia de fruto. Los graneros estaban construido calculando la cosecha y sabían que al honrar a Dios, esos graneros rebosarían, pero si no lo hacían, sobraría espacio y la cosecha no sería abundante. La economía bíblica no está ligada a la misericordia sino a la justicia. Al hacer lo correcto, Dios, justamente, nos bendice.

Leyes justas y con promesa

Efesios: 6:1-3 recuerda: Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Los mandamientos de Dios son dulces como la miel, justos y verdaderos, relacionados con promesas.  Si los cumples, recibes bendición, fruto de tus buenas obras.

Por eso, Dios nos  pide que obedezcamos a nuestros padres ya que la desobediencia es un acto de injusticia. Claro que se refiere a obedecerles en el Señor, es decir, haciendo lo bueno y santo, no lo que sabemos que es pecado.  Un padre nunca debe pedirle a un hijo que le lleve el cheque a la amante o le vaya a comprar drogas porque su hijo, con justicia, puede negarse. Una esposa no obedecerá a su marido si éste le pide acostarse con otro hombre.  La obediencia y sujeción deben ser en el Señor y según Sus leyes.

Obediencia y honra son dos cosas diferentes. Puedes obedecer sin honrar, pero jamás honrar sin obedecer.  Obedecer a los padres es muy importante porque está ligado a una gran promesa de bendición y de larga vida sobre la tierra.  Es como si le dijeras a tu hijo que le darás un premio por sacar buenas notas y además, te darás algo extra si saca 90 puntos en matemática. De esa forma le dices que la matemática es lo más importante. Lo mismo sucede con este mandamiento. Dios nos promete bendición extra si lo cumplimos, eso significa que es muy, muy importante.

En la década de los 80’s cuando gané mi primer sueldo en planilla como analista de sistemas en la empresa de telecomunicaciones de Guatemala, pensé en honrar a mi madre y no sabía de qué forma. Así que le pedí consejo a una tía y me dijo que le diera mi primer salario completo. Yo dudé, pero ella me dijo: “Me pediste un consejo y te lo di, ahora tú decides”.  Al final, hice más que eso porque le compré un reloj que me costó un poco más de tres salarios, pero era poco para lo que mi madre merecía.  Recuerdo que fui a la joyería más exclusiva y le compré un reloj de oro de 18 quilates con un brillante.  Ella tal vez no necesitaba un reloj, ni mi dinero, pero yo necesitaba honrarla. ¡Para lograrlo, tuve que apretarme el cincho y pasé comiendo tortillas con salchicha durante tres meses!
Algunos tienen regalos pendientes que deben proponerse dar a sus padres para honrarlos. Podemos justificarnos de muchas formas para no hacerlo o esforzarnos para cumplir. Si quieres tener larga vida sobre la tierra y que te vaya bien, honra y obedece a tus padres. Esa es la justa promesa del Señor. Ahora yo he recibido muchos relojes y cosecha por la honra que le doy a mi madre. Lo mismo puede suceder contigo, aunque la intención de tu corazón debe ser amarlos y ser justo. La recompensa vendrá por añadidura.