"Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes. Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria. Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla"
"La historia pertenece a los intercesores"

viernes, 25 de junio de 2010

PARA EL REMANENTE DE DIOS












Amados hermanos en la fe, es tan importante situarse en los tiempos proféticos que estamos viviendo, ubicarse es tan esclarecedor y esa claridad da como consecuencia paz y fuerza interior, ambas muy necesarias para estar firmes (Efesios 6:13-14) y avanzar hasta la meta.
Un día los apóstoles le preguntaron a Jesús -"... ¿Cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?..."  Mateo 24:3 (N.V.I) En base a estos interrogantes surgen varias respuestas de Cristo, algunas directas y otras figuradas, con el fin de dejarlo bien claro.
Entre las figuradas surgen las parábolas; la de las diez vírgenes, la de los talentos y de las ovejas y las cabras.
Estos tres mensajes hablan del proceso, la función, el encuentro, el regreso, premios y castigos; además de la presencia del Padre, el hijo y el Espíritu Santo delegando autoridad y funciones en sus hijos. Se lo ve al Padre como soberano, el Hijo como Rey y el Espíritu Santo como facilitador de "puestas en escena" para que los hijos tengan la oportunidad de vivir la paciencia, la valentía y el genuino amor, por Él y los intereses de su Reino.
Las diez vírgenes nos hablan del precio y el compromiso que tenemos en la relación con Él, para poder participar de las bodas y el banquete.
Los talentos nos hablan de la valentía que debemos esgrimir en cuestiones de inversión y administración en el servicio a su reino, y la multiplicación de abundancia sobre el que ocupa el podio de ganadores, que no es otro que Aquél que cargó con el precio de una mayor responsabilidad.
El relato de ovejas y cabras, habla de la autoridad de gobierno que fue delegada para bendecir al necesitado en las diferentes naciones de la tierra y el premio de gobernar en el reino como herederos por haber pagado el precio de no distraerse, ni encandilarse por lo vano de esta vida, amando incondicionalmente a través de los ojos de la misericordia y la piedad. Su opuesto es el castigo de la separación eterna para aquellos que teniendo la oportunidad de aplicar misericordia para aliviar la necesidad, no lo hicieron.
Estos tres relatos revelan una de las estrategias divinas con la cual Dios trabajará en los postreros días, que está claro desde Génesis hasta Apocalipsis, "EL REMANENTE"; o sea un porcentaje de su pueblo que por su amor y fidelidad a Dios puede portar sus diseños; esto no significa que Dios excluye ya que la oportunidad estuvo y está por igual para todos. El que se excluye es aquel que practica lo opuesto a este principio porque no está dispuesto a pagar el precio que lo convierte en tal.
En base a esta introducción quiero acercar una palabra revelada por el Espíritu para este tiempo, para el remanente.
"La provisión para mi remanente en el tiempo que viene será extraordinaria, voy  a activarle los recursos a hijos que hace años que esperan y lo haré para que lleven la revelación de mis diseños a los confines de la tierra.
Parte de esta provisión será que se cerrará en sus mentes un ciclo de entender  lo que espero que hagan para  mi Reino en este tiempo y lo harán con fuerza. El entender los llenará de gozo, y aunque la dificultad salga al camino, no los detendrá, sino que la pasión por lo mío los superará y hará que salten cualquier obstáculo por alto que fuere ("con mi Dios yo saltaré los muros").
Serán perseguidos por muchos de mi pueblo que no entienden la vida ni el obrar de mi Espíritu, y querrán detenerlos a través de la calumnia, motivados por la envidia, el celo y la maldad. Intentarán por este medio que se le cierren puertas pero no lo conseguirán, mí Espíritu prevalecerá dando discernimiento a mis ministros para saber cuál es la verdad y cuál la mentira..."Yo soy el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir"... (Apocalipsis 3:7).
Sobre aquellos hijos míos que elijen la guía de sus habilidades, posibilidades y probabilidades, haré que su matemática no les funcione porque luchan contra mi Espíritu ¿Por qué no quieren aceptar el obrar de mi Espíritu?
¡Nada va a impedir que mi remanente sea preparado para mi venida!
Usaré a mi remanente como tabernáculo de bendición para todo mi pueblo; nadie estará obligado a cobijarse bajo la presencia y la guía de mi Espíritu, pero la puerta está y estará abierta para quien desee hacerlo.
¡Nada va a impedir que mi remanente sea preparado para el fin de los tiempos y haga lo que deba hacer a favor de mi reino!
Todos los problemas son necesarios para que mi remanente se levante en el poder del Espíritu, sobre ellos viene un fuerte despertar espiritual. Los estoy convocando y ya han comenzado a andar al sonido de mi voz. "Hay muchos campos que están blancos listos para la cosecha".
Mi remanente marcha hacia esos campos para cosechar (San Juan 4:34-38). Unos lo harán a través de la intercesión, otros a través de la inversión y otros a través de la obediencia al llamado de mi voz.
Hermano imprima esto para sus intercesores de confianza, oren por ello y Dios les confirmará. Grandes desafíos divinos vienen sobre las congregaciones y en particular sobre su remanente, y lo que hará posible que se activen y se logre la victoria es solamente la decisión de cada uno.
"Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo". Apocalipsis 3:19-20 (NVI).

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